El cráneo

El cráneo

El cráneo constituye la estructura ósea de la cara y de la cabeza y, alegóricamente, representa la vanidad de los placeres y el peligro de la muerte. Cráneo deriva del griego kraníon, término análogo a krános, cuyo significado es yelmo. La elección de la palabra se justifica por la función que ejerce esta armadura de hueso que es, ante todo, la de proteger el encéfalo, el órgano donde radica la conciencia y la personalidad del individuo. La tradición judeocristiana considera el cráneo de Adán como el origen de la redención del género humano, ya que la Crucifixión tuvo lugar en el monte Calvario (calva en latín significa cráneo) donde se encontraba sepultado aquél. Así, la sangre de Jesús podía lavar el pecado original y, al fluir sobre el cráneo de Adán, restituir la salvación de los hombres.

Los cráneos de Cristino de Vera aparecen acompañados por cirios encendidos, como símbolo de los últimos instantes de nuestra existencia, junto a frutas y flores, relacionándolo así con el rápido acontecer de nuestra existencia, o frente a un espejo para recordarnos todo lo que nos ha sucedido a lo largo de nuestra vida.


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