La ciudad de Toledo

La ciudad de Toledo

La vista de la ciudad de Toledo aparece como telón de fondo en un nutrido grupo de Vanitas a partir de la década de los ochenta. La ciudad, serpenteada por el Tajo, de calles estrechas, con marcado carácter medieval, ha permanecido siempre en la memoria de Cristino, estableciendo, con su representación, un diálogo sobre la espiritualidad, un acercamiento a uno de sus maestros, El Greco.

«Mis primeros viajes por España fueron una y otra vez en tren a Toledo. Me gustaba el invierno, cuando la luz era fría y las piedras, los edificios se hacían mágicos, más dentro del espíritu de El Greco. Toledo era todo Greco, y el Greco, mucho Toledo».
(Cristino de Vera)


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