Organiza

Fundación Cristino de Vera - Espacio Cultural CajaCanarias

Lugar

C/ San Agustín, 18. C.P. 38201
San Cristóbal de La Laguna
Santa Cruz de Tenerife

Biografía

Santiago SantanaSantiago Santana [Las Palmas de Gran Canaria, 1909 – 1995], es una de las personalidades artísticas más destacadas de la Historia del Arte en Canarias en el siglo XX.

Recibe las primeras enseñanzas artísticas en la Escuela Luján Pérez junto a Oramas, Felo Monzón, Plácido Fleitas y Eduardo Gregorio, entre otros. De esta etapa inicial de formación destacamos el interés de Santiago Santana por las líneas definidas y los colores planos, propios del Realismo mágico que los artistas de la Escuela Luján Pérez asimilan con entusiasmo. La realización de tallas de madera de carácter decorativo y el interés por retratar a sus compañeros caracterizan su obra temprana, que se muestra por primera vez entre 1929 y 1930, año en que viaja a Tenerife con la exposición de la Escuela Luján Pérez y colabora en el único número de la revista Cartones, realizada entre otros por Pedro García Cabrera y Eduardo Westerdahl.

Tras esta experiencia, en 1932, viaja a París y más tarde se traslada a Barcelona. Ahí, en el Círculo Artístico de San Lluc dibuja de manera magistral desnudos femeninos, que más tarde serán esenciales en su obra. Además del cuerpo humano, en su pintura aparecen temas como los paisajes y una serie de plantas -cactus y piteras- que enlazan su producción con la decoración racionalista y con los textos de Pedro García Cabrera y Eduardo Westerdahl sobre la vanguardia en Canarias.

Durante una estancia en Las Palmas pinta La niña de rosa (1934), una de sus obras más enigmáticas. En 1935 viaja a Madrid donde, por consejo del pintor gomero José Aguiar, se asocia al Círculo de Bellas Artes para continuar su aprendizaje. Será en Madrid precisamente donde le sorprende, en 1936, el inicio de la guerra civil. Santiago Santana se alista en el Batallón 77 y colabora de manera entusiasta con la defensa de la II República, realizando carteles y murales. Tras la guerra regresa a Las Palmas, no sin antes haber sufrido una depuración militar. En 1940 contrae matrimonio con Isabel Quevedo, a la que pinta en diversas ocasiones, destacando el Retrato de Isabel Quevedo (1939) y Mujer acostada en el suelo (1961).

En los años 40 y 50 trabaja como delineante con Miguel Martín-Fernández de la Torre. Su amor por la arquitectura se hace patente en la inmensa cantidad de dibujos que realiza de casas rurales canarias, publicados años más tarde, en 1991, por el COAC. Compagina su actividad de delineante como tallista y restaurador para el Cabildo Insular de Gran Canaria, siendo el responsable de la imagen actual de la Casa de Colón y de la Granja del Cabildo. Además se involucra en la Escuela Luján Pérez como docente y director de la misma.

En la década de los 60, y contratado por el Cabildo Insular de Gran Canaria como consejero artístico, dedica parte de su pintura para presentar en las Bienales que organiza el Gabinete Literario de Las Palmas. De esta época destaca El adiós (1960), cuadro en el que se observan las líneas cúbicas y el formato cada vez más geométrico que utiliza Santiago Santana. Es destacable asimismo que en los años 60 la importancia de los trabajos de la tierra, así como los barrios conocidos como Riscos, tienen cada vez más presencia en sus cuadros. Una idea de la pintura que Felo Monzón califica entonces de “indigenismo” y que abarca además a otros artistas formados en la Escuela Luján Pérez e interesados en crear un arte original de Canarias.

Los últimos años de la producción de Santiago Santana muestran una serie de pinturas cada vez más matéricas, líneas muy simplificadas, colores terrosos y densos y la presencia de la mujer y la arquitectura como una simbiosis adecuada a la culminación de su estilo. Un estilo establecido en base a dos conceptos fundamentales: el clasicismo y la modernidad. El primero, porque su obra muestra un orden en el que el ser humano es la medida de todas las cosas y la modernidad, porque su trabajo supuso para el arte canario, la eclosión del movimiento denominado indigenismo, del que Santiago Santana es uno de máximos representantes.